REPARACIÓN DE LLANTAS

Dentro de la lista de malas experiencias que seguro alguna vez has tenido en un auto, seguro que está aquella vez en la que fue necesario cambiar la llanta de emergencia por una pinchadura.

Claro, todos sabemos cambiar una llanta, y si no lo sabes, nunca es tarde para aprenderlo; en este artículo nos enfocaremos en aquellos problemas más comunes que podrías llegar a tener con tu neumático.

¿Por qué podrían dañarse las llantas de tu auto?

Las llantas de nuestro auto son la parte más propensa al deterioro y el daño, por lo mismo por lo que después de una larga caminata, nuestros pies son la parte del cuerpo que más duele.

Al ser los neumáticos quienes están en contacto directo con la superficie del suelo, no es de extrañar que a menudo resulten afectados.

Ya sea por objetos tirados que se crucen en tu camino sin que te des cuenta, o por vialidades en mal estado, con superficies irregulares o baches, las llantas de tu carro son las que se van a llevar el primer golpe.

Sin embargo, las estadísticas indican que la mayoría de los daños ocasionados en la llanta de un automóvil se producen al momento de estacionarse, no nos resulta ajeno el término “Banquetazo» ¿verdad? Pues este suele ser el mayor enemigo de la integridad de tus neumáticos.

Otro de los daños que podría sufrir la llanta, y este es irreversible, es el desgaste producido cuando se rueda baja.

Seguro que te ha pasado, encuentras que la llanta de tu vehículo está ponchada y no tienes la refacción o no cuentas con las herramientas para cambiarla, el taller más cercano está a medio kilómetro y la única opción viable es rodar así hasta llegar al taller.

Cuando esto pasa, en los bordes de la llanta se produce un desgaste, en ocasiones este es menor, por lo que se puede seguir conduciendo sin problema, sin embargo, hay veces en que se llega a desgastar tanto, que no hay mayor remedio que cambiar de neumático.

Para determinar la forma correcta de proceder con la reparación de nuestra llanta, es esencial identificar plenamente de qué tipo de daño se trata.

En la gran mayoría de los casos, cuando se tiene un problema con un neumático, la reparación suele ser algo fácil de hacer, aunque no significa que lo hagas por tu cuenta, pues el trabajo es rápido y suele ser muy económico.

La mayoría de las veces basta con llevar la llanta a una vulcanizadora para que la reparen.

¿En qué consiste una talacha?

La reparación de una llanta o vulcanización, conocida popularmente bajo el término “talacha» es un proceso que a simple vista pudiera parecer muy sencillo de realizar, y podríamos decir que de cierta manera lo es, al menos para quienes ya lo saben hacer.

Pongamos por ejemplo el caso más popular, una pinchadura, el primer paso es examinar el neumático para determinar los puntos donde se escapa el aire, algunos lo hacen inflando la llanta y luego rociando jabón sobre el dibujo para que este burbujee, luego proceden a marcar las zonas con un gis.

Una vez hecho esto, el proceso de la vulcanización, consiste en calentar el caucho y azufre en estas zonas del neumático, también se aplica presión en este, de manera que, en lugar de colocar un simple parche en la zona afectada, se funde otra vez el caucho, por decirlo así, sellando por completo el neumático.

Tipos de daños en la llanta que se pueden reparar

El daño más común que suelen presentar los neumáticos son las picaduras, es seguro que te has encontrado ante esta situación, si aún no ha sido así entonces o eres un conductor bastante nuevo o debes ser la persona con la mejor suerte en todo el mundo.

Los culpables de estas picaduras suelen ser clavos, tornillos, trozos de vidrio, o cualquier otro objeto lo suficientemente duro y filoso como para penetrar el neumático.

Hay ocasiones en las que el clavo no llega a penetrar hasta el interior de la llanta, ya sea por el tamaño o por el ángulo en que entró, en esos casos basta con sacarlo de la goma con ayuda de unas pinzas y seguir rodando, no presenta mayor problema.

En los casos en que el objeto sí logra atravesar todas las capas de la llanta, pueden pasar dos cosas, o deja escapar el aire, provocando así una disminución del nivel dentro de la llanta, o el mismo objeto sirve como tapón y el aire se mantiene igual.

En cualquiera de los casos, el neumático precisa una reparación menor.

Otro daño que puede ser fácilmente reparado podría ser nada menos que una fisura en el pivote de la llanta, aunque este se encuentra sobre el rin, hay ocasiones en las que podría lastimarse sin que nos demos cuenta, dejando escapar el aire de la llanta, basta con sellar la fisura o reemplazar la pieza.

¿Cuánto cuesta la reparación de una llanta?

Ya que las averías en las llantas suelen ser de lo más común para los conductores, por suerte para nosotros, las reparaciones son bastante económicas.

Una picadura sencilla, que suele ser el problema más común, se repara con menos de 100 pesos mexicanos. Claro que el precio podría aumentar si se trata de más de una llanta, sin embargo, nunca es una cantidad descabellada.

Aunque hay personas que tienen la llanta picada en el interior de su cajuela y manejan por la vida con la refacción como si se tratara de la original, esto no es recomendable, pues a menudo estas llantas están hechas para tolerar una cantidad de kilometraje en específico. Es recomendable que se repare la llanta a la brevedad, las reparaciones nunca son demasiado caras y es posible hacerlo en cualquier taller especializado en llantas, aunque estos tienen tarifas más elevadas, por lo que la opción más amigable con el bolsillo mexicano siempre serán las vulcanizadoras, y esas las puedes encontrar en casi cualquier esquina.

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